Me digo: si nadie, mucho menos tú,
que arranque a esta tierra del coma,
se puede saltar el tabú
más grande que el propio idioma...
¿Cómo hablar a España, hoy?
Si quiero hablar de todos los
que usan la Lengua Madre
parece que aún alabe
las glorias de la conquista.
(Perdón, América, inmerecida hermana,
lo siento con la lengua y con la vista
devastadora que arrasó en nombre de Dios.)
Si quiero hablar de España hoy...
(de un cachito de tierra: Península Ibérica)
...me quedo en un puzle
y rechazan mi abrazo
los que huyen del bucle infinitesimal
de codicia del Gobierno Central.
Si quiero hablar de España hoy,
que es la estela de Europa...
(¿y qué me importa a mí, si a las estrellas
se les pide el deseo por la cola?)
...Si quiero hablar de España
sin prejuicios ni epicentro,
veo un pueblo manco,
a falta de izquierda después de Franco
(quien puso sobre el dios sol,
entre barras de sangre,
el águila Imperial por símbolo
de nuestras alas cautivas).
Si quiero hablar de España,
¿puedo? sin referirme a la Iglesia,
banderas o reyes o guerras o leyes
o sangre, nobleza, patriotas, fronteras...
¿puedo?, repito.
Mi patria es incapaz de dar cobijo
a toda la vida que nutre su suelo.
Son listos, han acallado el grito,
el único consuelo sin vicio:
EL PUEBLO UNIDO
JAMÁS SERÁ VENCIDO.
Es cierto, me digo: y morimos...