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lunes, 2 de agosto de 2010

Retrato de mi mamá.

Ella es la escultora de su propio hogar, una bohemia en sus pasillos, una intelectual refugiada. Es una amante de lo eterno, de las seis de la mañana. Ella sólo adora al sol, y con él se levanta y con él se acuesta, en estable analogía a su marido. Ella construye, todos los días, cada día igual al anterior, y nada de lo que toca envejece. Las canas le tienen respeto. Ella, eternamente niña, acoge en su frente la efigie de la sabiduría: observa silenciosa, pero ha sido levantada con el sudor y la sangre de mil esclavos, los obreros de sus neuronas.
Ella es un duende. Nadie sabe que la hicieron de mármol y milagrosamente dio vida a su cuerpo. Carga con él. Por eso siempre sonríe, por eso siempre habla en eterna actividad neuronal, pero por eso también siempre elige el camino conocido. Las figurillas de mármol se hacen añicos. Ella es, en su piel blanca, un reflejo del sol, de lo infinito, que recorre el mismo sendero desde que la humanidad tiene memoria. Ella es la madre estipulada desde que la sociedad habló. Ella es la más fuerte, la más consecuente, forjada a base de principios de acero, con un precipicio de hija, por el que se despeña cada filigrana de tradición. Ella habla de verdades y detalles, pero no acostumbra a usar ni sentimientos ni abstracciones, por eso su emoción es lluvia. Ocurre en ella lo mismo que en el cielo, es una buena capricornio que no cree en astros ni en psicólogos. No crece porque siempre cimenta. No sueña.
Vive un hada semidiosa entre ninfa y dictadora en 200 metros de rectitud y caricias perrunas porque tiene fobia social o lo social la teme a ella. Ama de casa, dice, es trabajo no remunerado, y sigue cocinando con sus ojos de gata. Pagaría un sueldo vitalicio a quien tuviese el valor de soltar a este duende de justicia en el caótico asfalto y atenerse a las consecuencias. El cielo caería sobre nuestras cabezas.

2 comentarios:

  1. bello retrato para encuadrar el modo de ser de una madre común, que también encuadra a la mía.
    Saludos

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  2. Buenoo, estoy poniendome al día con tu blog. Me alegra que la gente haya seguido mi consejo de visitarte!! y me quedo con : " Ella habla de verdades y detalles, pero no acostumbra a usar ni sentimientos ni abstracciones, por eso su emoción es lluvia. Ocurre en ella lo mismo que en el cielo, es una buena capricornio que no cree en astros ni en psicólogos. No crece porque siempre cimenta. No sueña"
    Por qué? porque mi mamá también es capricornio y si la tuya ha leído esto seguro que se le ha escapado alguna lagrimilla.
    Sigo... Un beso

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